sábado, 13 de marzo de 2010

"Desesperación fatal"


_Impotencia, bronca, violencia. Un cóctel extraño de malas influencias. Llego a mi casa flotando. La veo a ella ahí, tan neutral, tan tranquila. ¿Por qué ella tan plácida y yo tan desesperado? Injusticia.
_Me acerqué a ella con paso decidido, duro. Mis dedos, esos que tantas veces la habían acariciado dulcemente, hoy se cerraban para encontrarla firme. Sin dudarlo lo hice. Una y otra vez. Sus gritos se mezclaban con los del bebe. Mis oídos sordos estaban. Yo seguía. Ella ya se encontraba en el piso, al igual que mi futuro. Mis manos rojas se dispusieron a descansar, mandando a mis pies la señal para continuar con su trabajo. Ellos actuaban, mi mente estaba en off, no funcionaba. Quería parar. La adrenalina era tremenda ¡Qué sensación!. No podía parar. Necesitaba seguir, estaba sediento y la adrenalina me calmaba la sed.
_Mis ojos se abrieron. Mis oídos se destaparon. Mi mente se prendió. Mi cuerpo temblaba ahí mismo donde había quedado ante el paisaje que observaba. Tirada en el suelo, más tranquila que cuando llegué, teñida de rojo. El bebe ya no lloraba. Me fui hasta la cuna del crío en la habitación contigua. Yo temblaba entero. Lo alcé como pude y lo abracé. No le pasaría nada a él.
_Salí de la habitación, para ver si ella había despertado. Nada. Directo al teléfono. Marqué el 911. -Se acabó.- Colgué. Me desplomé en el sillón más cercano. Me comenzó a caer la ficha del acto que acababa de cometer. Esa adrenalina que te libera esa desesperación fatal se sentía tan bien. Era un sentimiento incomparable. Me prometí a mi mismo volver a intentarlo en algún momento.

by Luisiitop!

1 comentario:

betulo dijo...

TÉTRICO. Desvaríos en esta línea, ¡ni de broma! pues a base de jugar con el filo de la navaja, en momentos de presión, de tanto "abre tu mente" somos nosotros quien la cierra y acabamos cortando con la navaja.